
El terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter que sufrió Japón esta mañana, ha sido catalogado como el más grande en su historia, y el séptimo más fuerte del planeta. Esta catástrofe es comparable tan solo con el terremoto ocurrido en 1923, en Gran Kanto, con una magnitud de 7.9 grados, y que mató a más de 140 mil personas.
Los daños que ha sufrido Japón son innumerables, los escombros de las construcciones que colapsaron han dejado atrapadas a cientos de personas. Según informó su Ministerio de Defensa, cerca de 1.800 viviendas en la provincia oriental de Fukushima han quedado destruidas.
Se presentaron olas de entre 7 y 10 metros, 15 minutos después del sismo, destruyendo a su paso poblados y zonas agrícolas, además de arrastrar casas y cientos de vehículos con facilidad.
Hasta el momento, el recuento oficial de desaparecidos se eleva a 707 y el de heridos 947 según los datos publicados por la página america.infobae.com.
A lo largo de toda la costa del Océano Pacifico se han dado alertas preventivas de tsunami, en algunos países se han evacuado las costas, como en Ecuador, que desde tempranas horas empezaron con la movilización de los habitantes de sus playas.
Mientras que en Chile y Colombia se declaró alerta preventiva, sin que se evacuen las zonas costeras.
Todo el mundo está a la expectativa de lo que pasa en Japón, de mi parte deseo que todos nuestros hermanos que están sufriendo este desastre encuentren la fuerza para superar estas circunstancias, y que sepan que el planeta entero les acompaña y les envía la mejor de las energías.